El gran Caribe. Umbral de la geopolítica mundial

 

Estados Unidos, a decir de su Secretaria de Estado, está de vuelta en el Caribe. En verdad, nunca se

fue. Sólo que ahora nuevamente ha diseñado una estrategia que explícitamente pone a América

Latina y el Caribe en el centro, y que articula todos los planes subregionales del Continente.



Ya se pasó por los tratados de libre comercio; por los planes de contrainsurgencia y antinarcóticos;

antes por la ayuda para el progreso (ALPRO) y los proyectos de desarrollo; hoy son las iniciativas de

seguridad las que representan la punta del iceberg de la ofensiva expansionista estadounidense.



La Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe fue suscrita por Antigua y Barbuda, Bahamas,

Barbados, Belice, Dominica, República Dominicana, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, St. Kitts y

Nevis, Sta. Lucia, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago y Estados Unidos. Casi

todos ellos forman parte de Petrocaribe. Estados Unidos puso el blanco justo ahí donde se fortalecía

una coalición no sometida a sus normas, y en un territorio altamente estratégico.

Aunque nunca dejó de interesarse en el Continente, las modalidades que adquiría su relación con

las subregiones o con los países que lo conforman hacía parecer en ocasiones que aflojaba las

cuerdas. Y, en verdad, las cuerdas no han estado nunca flojas, han sido destensadas, eso sí, con

la resistencia a sus políticas y a su intervención, con el rechazo a sus proyectos económicos, conservacionistas,

militares, de disciplinamiento social, o de construcción de infraestructuras para

profundizar el saqueo.



Estados Unidos nunca ha dejado de estar pero desde el último cambio de siglo ha reforzado su

presencia, ha multiplicado sus mecanismos y ha incrementado su insolencia. El Gran Caribe es

uno de los más sólidos pilares de su supremacía en el planeta. No está en discusión soltarlo. Pero,

por lo mismo, es un territorio en disputa. Tampoco le será fácil tenerlo. El Gran Caribe es un punto

de bifurcación con horizontes dislocados, con sujetos variados y visiones del mundo diversas.



Todos los jugadores están moviendo las piezas. Será difícil mantener el tablero controlado. El

Gran Caribe es expresión de la mayor complejidad del mundo de nuestros tiempos. Seguramente

lo será, también, de sus múltiples desenlaces virtuosos.



La moneda está en el aire; será necesario soplar fuerte para lanzarla hacia el horizonte que se

dibuja en los imaginarios colectivos de los pueblos en lucha por la dignidad, la descolonización

y la emancipación.

 

Contenido



La puerta de entrada al Nuevo Mundo 5



Independencias y nuevas dependencias 16



El Caribe estratégico 19



La ocupación estadounidense del Caribe 25



Los nuevos piratas del Caribe 31



Un poco de memoria 35



La geopolítica del Gran Caribe en el siglo XXI 41



El desenlace 65



Bibliografía 68

Imágenes

El gran Caribe

Tipo de contenido geopolítica