Por qué nos oponemos al Tren Maya
El llamado Tren Maya se está construyendo por encima de la libre determinación de los pueblos y comunidades que ancestralmente habitan ese territorio; sin consentimiento explícito de los pueblos y las comunidades, y sin una consulta a los expertos en quienes el pueblo de México ha invertido cuantiosos recursos para generar un conocimiento sobre el patrimonio biocultural de la Nación. En la actualidad, las obras de construcción del Tren Maya ya afectan los modos de vida, la biodiversidad, la sustentabilidad, la calidad ambiental y los derechos humanos y existenciales de los pueblos y comunidades que habitan toda la región que dicho proyecto pretende beneficiar. Ante la gravedad e irreversibilidad de los daños que están siendo causados y ante la falta de respuesta a nuestra petición de detener la obra y abrir un espacio de diálogo, presentamos, una vez más, nuestras razones.